Racing jugó un gran partido ante Boca, pero cayó por 6-5 en los penales y quedó eliminado. La masiva cantidad de aplausos que hubo tras el pitazo final refleja el claro orgullo que sienten los hinchas por ver a un equipo que los representó en todo momento. Aun así, considero que el sentirse orgullosos no debe confundirse con el conformismo.
Todos vimos lo que ocurrió en la cancha. Racing aplastó a Boca en el juego, principalmente en el primer tiempo. Asimismo, pude presenciar personalmente que la hinchada estuvo a la misma altura de lo que jugó el equipo. Más allá de todo esto, propongo observar un poco más en profundidad.
Por supuesto que el equipo de Gago nos representó fidedignamente en la cancha y mereció mucho más. No obstante, lo que planteo se trata de pensar en el siguiente paso a ser un equipo “competitivo”. A lo que me refiero siendo más específico es al famoso “salto de calidad”. Esto es un concepto que muchos deben estar cansados de escuchar y algunos les parecerá obvio de que se trata. Por mi parte, quisiera definirlo como el ajustar detalles para poder apostar por objetivos más grandes.
Salvo en 2021, hace tiempo que muchos nos quedamos con la sensación de que a Racing siempre le falta alguna peculiaridad para poder “dar el golpe”. No hablo de una mera cuestión de suerte, destino, o incluso de un término tan explotado en estos tiempos como la mística. Me refiero a verdaderamente plantearnos, por ejemplo, que el objetivo principal sea ganar un título y de mínimo llegar a la final del torneo si hablamos de una competencia con formato de series o playoffs. Para hacerlo se requiere de actuar en consecuencia y una de las principales maneras es agregándole jerarquía a este plantel.
Indudablemente, Gago consiguió mucho más de lo que todos esperaban en un principio. El DT potenció a un plantel que parecía no tener nada rescatable durante el mando de Pizzi y posteriormente de Úbeda. El exentrenador de Aldosivi construyó una base y le devolvió una idea de juego ambiciosa a Racing, pero hay que entender que esto no alcanza. La Academia debe buscar potenciar esto con jugadores que den ese plus en los momentos definitorios.
Sin meternos demasiado en el análisis del partido, está a la vista que se generaron muchas ocasiones nítidas de gol, pero se falló en la definición. Obviamente, tener un jugador de jerarquía en momentos así no te asegura una victoria al 100%, pero sin duda se reduce bastante el margen de error.
A lo que apunto, es que el hincha no debe conformarse con esto ni ser autodestructivo. Lo que consiguió Gago es muy importante, pero no es el techo. Si verdaderamente Racing quiere ser el tercer grande de la actualidad debe apuntar a más para ser esa verdadera molestia para la dicotomía River-Boca. Está en el hincha, la dirigencia, el cuerpo técnico y los jugadores establecer una exigencia que permita dar el siguiente paso. Por último y no menos importante, la eliminación con Boca no es el final de este semestre porque el miércoles hay un gran desafío con Melgar. La Academia debe ganar sí o sí para depender de sí mismo en la definición de su grupo en la Sudamericana y seguir apuntando a objetivos grandes.